domingo, 13 de septiembre de 2015

España como heredera de Roma: los diez elementos con los que España civilizó América

No dedicaré ni una sola línea de este artículo a desmontar leyendas negras sobre la España americana. Me limitaré a tratar la época en los mismos términos en que la historiografía trata otros procesos históricos similares, en los que no se dedican páginas y páginas ni a denuestos morales ni a justificaciones. En un libro escolar de primero de BUP que me vi obligado a utilizar hace un par de décadas se ofrecían tres ejercicios con textos a comentar por los alumnos referidos a las colonizaciones europeas durante los siglos XVI y XVII. El texto que hablaba de la colonización inglesa se titulaba “Los ingleses y el comercio”, el que se refería a la portuguesa se titulaba “Los navegantes portugueses”, y el que trataba de la española se titulaba “La crueldad de los españoles”. Pareciera que en el caso de España se le hace preciso al historiador convertirse en juez moral y construir sobre los datos toda una teoría de la maldad humana, personificada claro está en el tipo español, al parecer especialmente lascivo y sanguinario.

Otro ejemplo, esta vez de la Historia Universal del belga Jacques Pirenne. Hablando de las encomiendas (una especie de feudos) concedidas por la corona portuguesa a sus conquistadores señala únicamente que estos “estaban autorizados a cobrar diezmos” a los indígenas; pero al hablar de las encomiendas españolas en América parece verse obligado a puntualizar que en ellas “los pobladores quedaban sometidos a la esclavitud agrícola”.

Veamos otro ejemplo: un manual de historia antigua que me recomendaron en la universidad establecía diez factores que permitieron a Roma llevar a cabo la romanización de los territorios adquiridos: la ciudad, la ciudadanía, el derecho romano, la administración, el sincretismo religioso, el latín, el comercio, la esclavitud, el ejército y las calzadas. En ningún caso, ni siquiera al hablar de la esclavitud, hacía el manual reproche moral alguno; le bastaba con desbrozar los datos. Esto, obviamente, no ocurre con la España americana, sometida siempre a una revisión moral que, al parecer, no atañe a las demás potencias de su tiempo, ni a las de otros tiempos. Así, se obliga al historiador riguroso a entrar al trapo para matizar todas y cada una de las afirmaciones negativas sobre España, cosa que evidentemente no puede hacer sino refiriéndolas de nuevo. Por eso no perderé el tiempo; no rebatiré nada. Mi intención, como se verá, es de otra índole. Siguiendo el esquema de aquel manual de historia de Roma de mis años universitarios, me limitaré en estas líneas a referir y explicar, sin valoraciones morales, los diez factores que permitieron a España llevar a efecto la hispanización de América: las ciudades, el mestizaje, las encomiendas, el derecho de Indias, las instituciones asistenciales, la evangelización, la lengua y las instituciones educativas, las infraestructuras hidráulicas y las infraestructuras viarias.

martes, 28 de octubre de 2014

La derrota de Cuerno Verde: cuando los comanches invadieron Nueva España

Cuando hablamos del Oeste, todos evocamos el mismo concepto, sin que haya lugar a dudas pese a lo vano del término. A nuestras cabezas vienen imágenes de rudos vaqueros, "sheriffs" de expresión adusta y mirada honesta, pistoleros tan crueles como eficaces, ricos ganaderos ávidos de tierras, soldados de la caballería cubiertos de polvo y fieros indios, a veces nobles y otras salvajes. El cine ha inmortalizado el oeste americano hasta convertirlo en el Oeste por antonomasia. Obras maestras que no quiero perder la ocasión de citar, como Centauros del Desierto, Río Bravo, La Diligencia, Los Siete Magníficos, Murieron con las Botas Puestas o La Legión Invencible, han creado el mito del Far West, en torno al cual se ha formado una auténtica mitología pues tiene mucho más de mitología que de Historia, quizá la mitología del pueblo americano.

Así, las grandes llanuras del sur y el oeste de Norteamérica han pasado a formar parte del imaginario colectivo indisolublemente unidas a las películas de indios, vaqueros y soldados. Pero cuando los primeros americanos se adentraron en estas tierras, hacía tiempo que habían sido ya holladas por los indómitos castellanos. Antes de que llegasen los colonos anglosajones en sus caravanas de carromatos, los españoles ya habían levantado iglesias, pueblos y ciudades; antes de que la caballería yanqui patrullase al son de Garry Owen, los dragones de cuera del virreinato de Nueva España ya habían recorrido esas sendas, antes de que se erigiesen los fuertes americanos, los presidios ya habían dominado las planicies y antes de que navajos, apaches y comanches se enfrentasen con los Estados Unidos, ya habían librado sangrientos combates contra las tropas del Rey de España.

Es un episodio de esta otra historia, que se pierde en el olvido y la indiferencia, el que hoy nos atañe, concretamente la Batalla de Cuerno Verde, que como verá el lector hubiese dado para una espléndida película en manos del maestro John Ford.

sábado, 27 de septiembre de 2014

Los esclavos olvidados: cristianos esclavizados por el Islam

La trata de esclavos por parte de occidente fue ampliamente superada, al menos en los siglos XVI y XVII, por la cometida contra los nuestros por parte del Islam. El historiador estadounidense Robert C. Davis lo estudia con detenimiento en su libro Christian Slaves, Muslim Masters [Esclavos cristianos, amos musulmanes]


Un comercio al por mayor 

La costa de Berbería, que se extiende desde Marruecos hasta la actual Libia, fue el hogar de una próspera industria del secuestro de seres humanos desde 1500 hasta aproximadamente 1800. Las principales capitales esclavistas eran Salé (en Marruecos), Túnez, Argel y Trípoli, habiendo sido las armadas europeas demasiado débiles durante la mayor parte de este período para efectuar algo más que una resistencia meramente simbólica.

El tráfico trasatlántico de negros era estrictamente comercial, pero para los árabes los recuerdos de las Cruzadas y la rabia por haber sido expulsados de España en 1492 parecen haber motivado una campaña de secuestro de cristianos que casi parecía una yihad.

"Fue quizás este aguijón de la venganza, frente a los amables regateos en la plaza del mercado, lo que hizo que los traficantes islámicos de esclavos fueran mucho más agresivos y en un principio mucho más prósperos (por así decirlo) que sus homólogos cristianos", escribe el profesor Davis.

Durante los siglos XVI y XVII fueron más numerosos los esclavos conducidos al sur a través del Mediterráneo que al oeste a través del Atlántico. Algunos fueron devueltos a sus familias contra pago de un rescate, otros fueron utilizados para realizar trabajos forzados en África del Norte, y los menos afortunados murieron trabajando como esclavos en las galeras.

Lo que más llama la atención de las razias esclavistas contra las poblaciones europeas es su escala y alcance. Los piratas secuestraron a la mayoría de sus esclavos interceptando barcos, pero también organizaron grandes asaltos anfibios que prácticamente dejaron despobladas partes enteras de la costa italiana. Italia fue el país que más sufrió, en parte debido a que Sicilia está a sólo 200 km de Túnez, pero también porque no tenía un gobierno central fuerte que pudiese resistir a la invasión.

domingo, 21 de septiembre de 2014

Cuando España rescató Malta de las tropas de Solimán

El Imperio Otomano mantuvo, con la ayuda de los piratas berberiscos, la supremacía sobre el mar Mediterráneo desde finales de siglo XV sin que ningún reino cristiano se atreviera a interponerse. Los cristianos que tenían su pie a remojo del Mare Nostrum sufrieron un asfixiante acoso turco que les obligó a abandonar poblaciones cercanas a la costa. Para mayor impedimento, los esfuerzos occidentales eran escasos y estaban quebrados. Aragón y Castilla encabezaban la contienda, junto a la mayoría de reinos italianos; por el contrario, Venecia y Francia no dudaban en alinearse con los turcos si la ocasión les resultaba provechosa. Y en esta guerra perpetua, donde los aliados cristianos se contaban en número bajo, la ayuda de una de las míticas ordenes de cruzados, los Hospitalarios de San Juan, se antojó crucial. Su presencia en el Mediterráneo sacó de quicio a varias generaciones de sultanes. Una de ellas se propuso erradicar la orden para siempre.

Los orígenes de la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén se remontan a 1084, cuando mercaderes de Amalfi fundaron en Jerusalén un hospital para peregrinos. Tras participar en las grandes cruzadas en Oriente Medio, la explosión otomana forzó a los hospitalarios a retroceder hacia occidente. En 1310, la Orden se encontraba asentada en la isla de Rodas –que suponía un punto clave a nivel geoestratégico– desde donde lanzaban ataques piratas contra los intereses turcos y contra barcos cristianos dedicados a la trata de esclavos. Su nueva faceta como corsarios provocó un arranque de cólera de Solimán el Magnífico, que, al frente de un ejército de 200.000 hombres, sitió Rodas en 1522. Con la retaguardia a poca distancia, Solimán no tuvo excesiva dificultad en obligar a la Orden a capitular y abandonar la isla. Pero toda esperanza musulmana de ver desaparecida la Orden se esfumó siete años después cuando Carlos V cedió la isla de Malta a los hospitalarios.

El nuevo enclave en Malta supondría una estocada en el costado del Imperio Otomano. No obstante, en un principio los líderes de la orden se mostraron defraudados con la sede, puesto que sus recursos y posibilidades se imaginaban muy lejanos a los de Rodas e, incluso, sopesaron distintos planes para recuperar su antiguo feudo. Ante el avance berberisco –encabezado por el mítico pirata Dragut–, las operaciones de la orden tuvieron que multiplicarse. Entre ellas, la famosa defensa de Pollensa (Mallorca) que sufrió un ataque de Dragut en 1550.

sábado, 24 de mayo de 2014

De hobbits, hombres y enanos.



Una de las hipótesis que más fuerza cobró en tiempos del autor y que buscaba desentrañar los entresijos mentales que habían dado lugar a la palabra hobbit es que este vocablo se asemeja a la palabra inglesa “rabbit” (conejo en inglés) La clave según esta propuesta sería que las criaturas de Tolkien se parecen a los conejos por gustarles vivir en los agujeros de la tierra, ser sigilosos, por lo general inofensivos y de estatura mediana y peludos. Desde luego se trata de una propuesta original pero, como el propio escritor se encargó de aclarar en vida, completamente errónea. 

Lejos de lo que pueda creerse, la palabra “hobbit” ya existía antes de que Tolkien le diera su propio y definitivo relieve. Ya aparecía mencionada en The Denham Tracts, una colección de publicaciones populares de mediados del siglo XIX, donde se recogía un amplio listado de criaturas mágicas y sobrenaturales de los antiguos mitos anglosajones, entre las que figuran los llamados “hobbits”, definidos aquí como una suerte de espíritus. Sin embargo, los hobbits de Tolkien y los “hobbits” del Deham Tracs poco tienen en común a parte del nombre.

Harto de tanta especulación, Tolkien decidió hacer un poco de luz lanzando una sugerencia de filólogo: la palabra hobbit bien puede responder a un término moderno para referirse a la palabra anglosajona “holbytla”, una palabra compuesta en la que “hol” significa “hole” (agujero) y “bytlian” hace referencia a “to live in” (vivir en). De este modo “holbytla” vendría a significar “habitante de un agujero”...

jueves, 15 de mayo de 2014

La grandeza de Samsagaz

De todas las virtudes de las que puede hacer gala Samsagaz Gamyi, la más destacable de todas es su sencillez, precisamente aquello que lo convierte, a mi entender, en el personaje más grande de la Trilogía de El Señor de los Anillos. Mientras los otros miembros de la comunidad acompañaban y protegían a Frodo por ser el portador del Anillo Único, Sam solo lo seguía por ser él, no por lo que llevaba, y no lo hacía hasta Mordor, sino hasta donde fuese Frodo. Gandalf y Elrond supieron ver sabiamente dentro Sam, y por ello le permitieron unirse a la comunidad. Lo que no sabían es que ninguna decisión del Concilio habría sido capaz de alejarlo de su querido señor Frodo. 

Y esta pureza de corazón y rectitud de intenciones, que parecían sencillas en comparación a las de Áragorn (liberar a los hombres y ganarse el derecho a casarse con su amada), la de Boromir (salvar a su patria), o incluso la de Gandalf (ayudar a los pueblos de la Tierra media a derrotar a Sauron), fue lo que permitió que la misión emprendida por Frodo no terminase en un fracaso absoluto. 

miércoles, 30 de abril de 2014

Chestertoniano

La principal cualidad de un periodista es, a mi entender, transmitir una idea, y cuanto más permanezca dicha idea en el público y más profundas sean sus raíces y abundantes sus frutos, mayor es el logro del periodista. Ni que decir tiene que conseguir esto es tremendamente complicado, especialmente en una sociedad que nos ha educado cuidadosamente para consumir la información en pequeños trozos y desecharlos con rapidez. Pues bien, aun en estas circunstancias de aridez intelectual, todavía hay alguien que es capaz de plantar y obtener fruto de su trabajo y de que éste permanezca aun después del inconveniente de su propia muerte. 

Cherteston fue un gran periodista, además de un periodista grande. Era grande porque era capaz de abarcar todos los temas, desde las profundas alturas filosóficas hasta la cotidianeidad más hogareña, y también porque sabía condensar las ideas más grandes en pequeñas semillas (paradojas, las llamaba él), que depositaba, casi como al descuido, en sus lectores. Pequeñas, sin duda, pero armadas de un potencial enorme, fruto de su descomunal sentido común y su muy acertado criterio, y que acababan convirtiéndose en frondosos árboles allá donde encontraba lectores abiertos para acogerlas. 

martes, 15 de abril de 2014

El avispero de la geoestrategia: los tres ejes de España

Dentro del mare magnum en el que se ha convertido la geoestrategia mundial, con unos Estados Unidos menos líderes que nunca, una feroz Rusia que no ha dudado en despedazar a una Ucrania rebelde y una Unión Europea incapaz de hacer al unísono nada más complicado que quejarse, España ha de buscar rápida y decididamente la forma de afianzar su posición para hacer valer sus intereses y no convertirse en peón de intereses ajenos, asumiendo gravísimas consecuencias a cambio de nada. 

La geoestrategia es la ciencia de la realidad, de nada nos sirve apellidar un imperio extinto para que nos respeten; tenemos (no solo el gobierno, sino toda la sociedad) que actuar con inteligencia y constancia y aprovechar cada oportunidad que se nos brinde. De nuestra habilidad y buena fortuna ahora dependerá el destino de nuestros hijos y nietos y cómo deban enfrentarse al futuro mundo multipolar que nos espera.

sábado, 22 de marzo de 2014

Entre la defensa de la patria y la justicia universal: la inmigración subsahariana y los católicos españoles

La situación de caos migratorio en las fronteras españolas de Ceuta y Melilla ha reabierto el debate sobre las medidas que hay que tomar frente a ellas. Especialmente se enfrentan dos posturas contrapuestas: acogerlos o rechazarlos. Aquí trataré de resolver estas cuestiones y las que puedan derivar de ellas a la luz del Derecho Natural y del Derecho de Gentes (percusor del Derecho Internacional y bastante más eficaz que el mismo). Seguiré una metodología más bien escolástica, tomando como fundamento al Padre Vitoria y la escuela de Salamanca.

¿Pueden los subsaharianos acceder a territorio español? En ese caso, ¿en qué condiciones?

A favor de ello se esgrimen las siguientes razones:
   a) Derecho de comunicación y sociedad naturales: todo extranjero tiene derecho a acceder a territorio español si no hay razones para impedirle el paso, es decir, salvo que provoquen prejuicios o causen atropellos. 
   b) El libre acceso a lugares y recursos comunes, especialmente las fuentes de agua potable, alimentos y medicinas adecuadas.
   c) Violación de los derechos de los subsaharianos: los subsaharianos huyen de situaciones donde sus derechos más fundamentales son sistemáticamente violentados, y es el deber de los españoles acogerlos y protegerlos.

En contra de ello se esgrimen las siguientes razones:
   a) Es potestad de los españoles el disponer de sus tierras y recursos a voluntad, negándoselos a los que no lo deseen.
   b) España puede limitar y restringir el paso de extranjeros por sus fronteras atendiendo al flujo de los mismos, para controlarlos.
   c) La violación de las leyes españolas al atravesar la frontera de forma ilegal faculta a los españoles para expulsar a los inmigrantes o negarles ciertos derechos, como el trabajo legítimo, etc.
   d) Los subsaharianos son en realidad una fuerza de invasión no militar, enemigos de España que han de ser expulsados.
   e) Los recursos regionales son limitados y no pueden sustentar tanto tráfico humano.
   f) Los recursos naturales son limitados y no pueden sustentar tanta inmigración sin colapsar y provocar grandes prejuicios a los españoles.