domingo, 9 de enero de 2011

Un "Zas, en toda la boca" en pleno Imperio Romano

Leyendo el libro de Pío Moa, Nueva Historia de España, Cáer y yo nos encontramos con una serie de citas del filósofo hispano Séneca que mostraban su identificación con la protonación española que aún no había nacido, pero lo más interesante no es el orgullo que demuestra por hazañas típicamente íberas (pese a ser él romano), sino el corte que le pega a un escritor griego que, al parecer, había cometido el error de llamarle hermano.

"Lucio, gloria de tu tiempo, que no consientes que el cano Cayo y nuestro Tajo cedan ante el elocuente Arpino, deja al poeta nacido en Grecia cantar a Tebas o Micenas o al puro cielo de Rodas o a los desvergonzados gimnasios de Lacedemonia, amada por Leda: nosotros , nacidos de celtas e íberos, no nos avergonzamos de introducir en nuestros versos los nombres algo duros de nuestra Tierra".


"Gloríándote tú, Carmenio, de haber nacido en Corinto - y nadie te lo niega - ¿por qué me llamas hermano si desciendo de los íberos y de los celtas y soy ciudadano del Tajo? ¿Será que nos parecemos? Pero tú paseas tus ondulados cabellos llenos de perfume mientras que los míos de hispano son hirsutos; tienes los miembros lisos por depilarlos cada día; yo, en cambio, tengo piernas y rodillas llenos de pelos; tu lengua balbucea y no tiene vigor; mi vientre, si fuera preciso, hablaría con voz más viril; no hay tanta diferencia entre la paloma y el águila ni entre la tímida gacela y el rudo león. Deja, pues, de llamarme hermano, Carmenio, o tendré que llamarte yo hermana".

MOA, Pío, Nueva Historia de España, pp. 77 y 78.

Pues eso, para qué comentar nada, más le habría valido a Carmenio haberse callado.

4 comentarios:

  1. Un episodio satírico, divertido, al más puro estilo romano que, desgraciadamente, es utilizado por un personaje (vamos a llamarle así) que de historia ni sabe ni entiende, y que malinterpretando un episodio anecdótico intenta construir una España atemporal y eterna.

    En fin, vaya desgracia que los jóvenes estudiantes sigan a Pío Moa en sus enseñanzas. O tempora, o mores!

    ResponderEliminar
  2. Los descalificativos personales que le suelen aplicar al Sr. Moa no suelen ser más que la evidencia de la incapacidad para responderle con crítica histórica. Pio Moa no defiende una españa intemporal, como sabrías de haber leído su libro, sino el sentimiento de comunidad que ya existía en esa época,y que es señalado por innumerables historiadores anteriores a Moa, Vidal y demás, que tienen la suerte de estar vivos y ser los únicos que no son ignorados con la infamia del silencio, más que nada porque hay mucha gente que les escucha.

    Con respecto a los trabajos de Pio Moa, si no le gustan léase los de Bahamonde, Esparza, de la Cierva, Salas Larrazabal o Julián Marías. El conjunto de historiadores que están esencialmente de acuerdo con ellos es bastante numeroso.

    Mientras tanto aparca tu cinismo en la entrada, los ad hóminem son una cobardía en la casa de la razón, y aquí no vamos a ser menos.

    ResponderEliminar
  3. ¿Quieres decir que en época prerromana, cuando no se compartía idioma, ni pueblo, ya había un sentimiento de comunidad? ¿No será aquello que defiende Antena3 en "Hispania. La leyenda"? Espero que no.

    Pío Moa no merece ni ser llamado señor; un terrorista que sigue aterrando, aconsejando asesinar para acabar con movimientos sociales. No hay más incapacidad que la del tullido, y en este sentido, Moa es un nuevo Astray...

    ResponderEliminar
  4. El texto no data de la época prerromana, donde, como bien indicas, no se compartían muchas cosas, sino de bien entrada la conquista de la península. De hecho, durante su vida se terminó por completo la misma. Y es ahí, en la España romana, donde se pueden ver los primeros indicios de comunidad. Menéndez Pelayo indica que Roma nos dió la unidad, el lenguaje, el derecho, el cristianismo y nos alumbró como nación. Es evidente que en vida de Séneca era muy pronto para hablar de una nación, pero el hecho de comunidad diferenciada que hace es evidente (un cordobés de origen turdetano que se jacta de ser "ciudadano del Tajo" y de la hazaña arévaca de Numancia -si bien fuera del texto citado-, considerando a los celtas e íberos como un sólo conjunto). A mi me parece lógico presentarlo como lo que es, una muestra de la protonación que estaba en marcha.

    En cuanto a la serie de Hispania, ni me la mentes. Vi el primer capítulo, alabé los uniformes romanos y me reí de los nombres. Luego me largué al ver lo mala que era, pero eso si, tengo que reconocerle el dudoso mérito de haber acercado al figura de Viriato al español de a pie, aun a costa de convertirle en un vulgar bandido y de prostituir la historia al servicio del espectáculo. Al menos conocerán su nombre.

    Pío Moa fue un terrorista, pero como católico que soy creo en la redención y en el perdón, y Moa ya pasó por la carcel y está, aparente y razonablemente arrepentido. No considero que atacarle por sus antiguas ideas sea de recibo. El Moa que yo conozco es el historiador, el experto en república y guerra civil, que presenta sus argumentos y da sus pruebas para que el común de los mortales los podamos someterlas a crítica. Y aún en el peor de los casos, sus actos no desmedran su trabajo historiográfico, al igual que el desequilibrio y las ideas de Hitler no cambiaban el hecho de que fuese un pintor aceptable (desde luego, más aceptable que yo).

    Lo cortés no quita lo valiente, y a pesar de que considere muy complicado aceptar un trabajo histórico de, por ejemplo, un etarra, si que lo estudiaría y le daría el crédito debido en la medida de mis capacidades, aunque echase pestes del autor.

    ResponderEliminar