viernes, 30 de septiembre de 2011

Al Catedrático Soberbio

Harto de oír chorradas y a modo de terapia, he compuesto esta pequeña rima en honor a ciertas personas que tengo el gusto de soportar:

¡Oh, tú! Catedrático soberbio
que, tan doctamente nada enseñas
y a tantos fuegos arrojas leñas
que no encienden tu sagaz ingenio.
Tú, que de tan humilde, nada sabes,
de tanta ignorancia te me adueñas
que hasta el Saber mismo me desdeñas
y por rocas nos presentas aves.


Tú, con tu ardor incandescente
por la pura y virginal Historia,
tú, catedrático indecente,
como puta tratas a tu novia.
Y si alguno hay que se te enfrente,
su vergüenza tornará en tu gloria,
pues no hay ignaro que hinque el diente
a tu humilde silla gestatoria.

Sé cauto, maestro de maestros,
pues si en tu culto a Belcebú cejas,
tan sólo quedarán los restos,
tu honor coronado por orejas,
dos cardos por alumnos ciegos
y un rebuzno para echar tus quejas
al negro pozo de los infiernos,
donde el burro pasta en su ignorancia hueca.

Por Fëanar

(c) Todos los derechos reservados, nada de ir cabreando por ahí a vuestros profesores, que os conozco.

2 comentarios:

  1. Olé! nada más q añadir.... genio!

    ResponderEliminar
  2. Por desgracia ésta rima se puede extender a muchas mas profesiones....políticos por ejm. ¿he dicho profesiones? Glubs...quería decir parásitos
    ¡una rima genial!!!

    ResponderEliminar