viernes, 14 de mayo de 2010

Muy... sulmanes

Hace no mucho hubo un incidente en la mezquita de Córdoba que si bien saltó a los medios desapareció pronto de la mente de los españoles. Lo recordaré someramente:

Un numeroso grupo de musulmanes que accedió a la mezquita con tickets de visitantes se dispuso a rezar a la manera islámica en la misma. Eran más de un centenar, y estaban coordinados con walkies, el que hacía las veces de imán empezó a dirigir la oración, que como ya sabéis (y si no, os lo digo yo) se realiza de una manera concreta, específicamente en árabe y en posición arrodillada. Os podéis imaginar el espectáculo que se montó.



A los diez minutos de iniciarse la oración un guardia jurado se acercó al "imán" para recordarle que esto era un museo y que estaban prohibidas las plegarias islámicas, a lo que un grupo de cuatro "fieles" que hacían las veces de guardaespaldas se interpusieron en su camino, tras un pequeño forcejeo el guardia jurado trató de reducir a uno, lo que le valió una puñalada de gravedad en las costillas. Enterado otro guardia se avisó a la policía nacional que, tras otro herido grave y la intervención de más de una docena de agentes, detuvo a los responsables y disolvió el "grupo de oración".

Los musulmanes disueltos reclamaron el uso litúrgico (para su religión, evidentemente) de la mezquita de Córdoba, alegando derechos históricos sobre la misma. Por otra parte el obispado de Córdoba (dueño de la mezquita) ha reiterado su oposición a permitir la práctica del Islam en la misma.

Uno podría pensar que es lógico que musulmanes reclamen rezar en una mezquita, al igual que lo sería que cristianos hiciesen lo mismo con una iglesia, uno podría sentir que hay cierto grado de justicia en la concesión, o hasta sentir cierta simpatía por ese "pueblo" expulsado de estas fantásticas tierras... Pues lamento decir que ese uno se equivocaría, pues nada hay más injusto que su petición. ¿Que qué intolerante? Ya veremos...

La Mezquita de Córdoba fue construida sobre una antigua basílica visigoda, que fue destruida por completo (lo que queda de ella se reduce a una porción de suelo encontrado en una excavación). La actual mezquita, por lo tanto, no fue el primer templo en la zona, como reclaman las asociaciones musulmanas. Por otro lado, la catedral cristiana está dentro de la propia mezquita, no sobre ella. Cuando los cristianos recuperaron el templo, sacralizaron la mezquita y establecieron la Iglesia dentro, respetando la armonía del edificio: no lo destruyeron, sino que conservaron su mayor parte.

La mezquita-catedral de córdoba (pues, efectivamente, en la catedral de la misma se celebra misa a diario) no es sólo un museo con una iglesia dentro, es un símbolo. Simboliza el momento de máximo poder musulmán en la península, simboliza así mismo dos maneras de ver el mundo: Mientras los musulmanes arrasaron por completo la basílica, los cristianos respetaron lo que el templo tenía de respetable (su hechura, su arquitectura y obras de arte); mientras que una simbolizaba la imposición por las armas de un credo concreto, la otra simboliza el respeto debido a Dios y al hombre. Cuando Fernando III tomó la ciudad y dio una semana a los moros que no deseasen convertirse para abandonarla, estaba estableciendo la superioridad de una manera de ver la vida, de una forma de pensar totalmente distinta a la otra.

Así por ejemplo, mientras Al-Ándalus y sus taifas bastardas fueron incapaces de algo distinto al despotismo oriental hasta su misma extinción, el reino de León establecía un hito al inaugurar las primeras cortes democráticas del mundo en una fecha tan temprana como el 1047.

No es sólo un simple templo, no está sacralizado por que sí, y no se niega el culto por intolerantes. Ni el cristianismo ni el Islam han cambiado su forma de ver el mundo en estos siglos y no se puede pretender, por mucha buena voluntad que se tenga, que la otra forma de vida va a respetarnos tanto como nosotros a ella: Lo de la libertad "per se" es algo que inventó nuestra sociedad; lo del respeto al ser humano, también, y los musulmanes que trataron de recuperar por la fuerza la mezquita, sin importarles derramar sangre "infiel" en su "templo sagrado" son el mejor ejemplo de todos.

Por Fëanar.

2 comentarios:

  1. La basílica visigoda de Córdoba (posiblemente bizantina, o ¿Porqué no? arriana, no necesariamente católica fue comprada por los musulmanes a los crisitanos, tras un periodo de tiempo en que ambas comunidades compartieron el edificio. Fue entonces cuando se derribó para ampliarlo y como mezquita, pues los fieles eran cada día más numerosos. Los cristianos cobraron sus buenos dineros y edificaron otra Iglesía en un lugar distinto. Por favor no digan que los musulmanes se la "apropiaron", lo que hicieron fue comprarla y de este hecho hay constancia histórica.

    Así que los que respetaron a los cristianos fueron los musulmanes llegando a un acuerdo y pagando un dinero. El comportamiento católico fue el menos ético. Los musulmanes no arrasaron nada, levantaron un templo espectacular sobre uno diminuto que ya no era funcional, pagaron su dinero a los antiguos propietarios y éstos estuvieron de acuerdo. Los musulmanes levantaron una verdadera obra de arte, con todo el honor y legalidad del mundo.

    A partir de este dato, fehaciente y sobradamente conocido de los historiadores, el resto de filososfía presentada se cae por su propio peso.

    Y hay que saber que los católicos durante su control durante menos de un siglo del poder de la corona visigoda destruyeron numerosas Iglesias arrianas, incluso mataron obispos arrianos.

    Pero siempre se puede ver la paja en el ojo ajeno y negarse a ver la viga en el propio. Si encima se oculta la verdad histórica, la viga se convierte en malecón y la paja en micromolécula.

    LA VERDAD, es lo único importante.

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  2. Hola, Anónimo.

    La basílica visigoda de San Vicente Mártir, sobre la que se erigió la actual mezquita y catedral, fue erigida más de doscientos años antes de la llegada de los musulmanes, y fue dedicada al culto católico. Antes de eso solo se tiene conocimiento de un templo romano sito en el mismo lugar, dedicado al dios bifronte Jano.

    Cuando Muza llegó y estableció el Islam en los territorios conquistados, consagró la mitad de la misma para uso musulmán desde 714 siempre y cuando los cristianos pagaran un tributo. Es este tributo, y no la cesión de la basílica lo que está estipulado en las capitulaciones de rendición, y el pago fue impuesto a los cristianos, no a los musulmanes.

    Sin embargo, lejos de cumplir su palabra, en el año 748 se utilizó la parte cristiana para celebrar juicios, y en el 786 fue definitivamente expropiada y derruída para levantar la mezquita.

    Siglos después (en 1236), cuando Fernando III de Castilla y León reconquista la ciudad de Córdoba, los cordobeses (musulmanes), viendo que sus propiedades iban a ser saqueadas, como era usual en el derecho de conquista medieval en ambos bandos, amenazaron con destruir la mezquita antes de irse, el rey Fernando intercambió esos bienes (que constituían el pago de sus ejércitos) y los sustituyó por dinero del tesoro real a cambio de conservarla. Inmediatamente después, donó la mezquita a la Iglesia, restaurando el obispado de Córdoba y encargándole la consagración y reconversión de la ya imponente mezquita. Todo esto está signado en las capitulaciones firmadas por Fernando III.

    Es decir, que los musulmanes no solo expropiaron la basílica, sino que la utilizaron para una extorsión continuada e inclumplieron el acuerdo que ellos mismos impusieron, y después de destruída, amenazaron con arrasar la mezquita que tanto habían querido, y los malvados cristianos no solo cedieron, sino que obligaron a los mismos musulmanes que habían querido destruírla a trabajar en los trabajos de restauración de la misma. Posteriormente, contemplando el arte musulmán, en lugar de arrasarla, la fundieron con la catedral, creando un monumento único en el mundo. Algo que no supieron hacer los musulmanes en su momento.

    Como ya has visto, repetir una y otra vez que algo es sobradamente conocido y aceptado por los historiadores no lo convierte en real. Y, si encima resulta que te enfrentas a uno, la cosa va por peor camino.

    Un saludo.

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